En una noche que quedará grabada en la memoria de los aficionados al boxeo, Terence «Bud» Crawford dio una cátedra de técnica y estrategia para derrotar por decisión unánime a Saúl «Canelo» Álvarez, convirtiéndose en el nuevo campeón indiscutido de las 168 libras. El Allegiant Stadium de Las Vegas fue testigo de cómo Crawford, subiendo dos categorías de peso, despojó al ídolo mexicano de sus títulos del CMB, AMB, OMB y FIB.
Desde el inicio del combate, Crawford demostró por qué es considerado uno de los mejores peleadores libra por libra del mundo. Con un plan de pelea perfectamente ejecutado, utilizó su velocidad, su jab preciso y un inteligente movimiento de piernas para anular el poder del tapatío. Aunque Canelo buscó imponer su característica pegada, se encontró con un rival elusivo y certero que contragolpeaba con eficacia.
A medida que avanzaban los asaltos, la superioridad técnica de Crawford se hizo más evidente. El estadounidense, manejando la distancia a la perfección, conectó las combinaciones más significativas, frustrando los intentos de Álvarez por encontrar un golpe que cambiara el rumbo de la pelea. Los jueces vieron la clara dominación de «Bud», reflejada en unas tarjetas que no dejaron lugar a dudas sobre el resultado final.
Con esta victoria, Terence Crawford no solo mantiene su récord invicto, sino que se consagra como el primer boxeador masculino en la era de los cuatro cinturones en ser campeón indiscutido en tres divisiones de peso diferentes, un logro que lo eleva al panteón de las leyendas del deporte. Por su parte, Canelo Álvarez, aunque mostró valentía, reconoció la superioridad de su oponente en una noche histórica para el boxeo mundial.
