Pamela Anderson, el eterno ícono de los años 90 y protagonista de «Baywatch», ha marcado el fin de una era para su imagen personal. La actriz, de 58 años, decidió abandonar el rubio platinado que la catapultó a la fama mundial, presentando un nuevo y sofisticado look que ha generado una ola de reacciones positivas en la industria de la moda y entre sus seguidores.
Anderson debutó su transformación en la prestigiosa Semana de la Moda de París, donde se la vio luciendo un moderno corte shaggy en un tono cobrizo rojizo. Este cambio, uno de los más drásticos de su carrera, resalta sus facciones y le otorga un aire renovado y elegante que fue aplaudido por críticos y fanáticos por igual.
Según ha trascendido, esta notable modificación no responde a un simple capricho estético. El nuevo estilo de Anderson está vinculado a su próximo papel cinematográfico en la película «Love is Not the Answer», dirigida por Michael Cera. Para este personaje, la actriz se inspiró en legendarias figuras del cine sueco como Gunnel Lindblom y Bibi Andersson, buscando una imagen con mayor profundidad y carácter. El artífice detrás de esta aclamada transformación fue el estilista parisino John Nollet.
La reacción del público no se hizo esperar, inundando las redes sociales con comentarios que elogian su valentía y buen gusto, calificándola como un «ícono de estilo» en esta nueva etapa de su vida. Su aparición en el desfile de Tom Ford, con su nuevo cabello y un atuendo completamente negro, consolidó su estatus como una figura que sabe reinventarse y marcar tendencia.
