Una oleada de preocupación ha surgido entre ciudadanos de Estados Unidos, especialmente en estados como Colorado, tras la difusión de imágenes que muestran a conejos silvestres con aparentes «tentáculos» o cuernos creciendo en sus cuerpos. Estos avistamientos han llevado a apodos como «conejos zombis», generando inquietud sobre la naturaleza de esta condición y su posible riesgo.
🐇🔍Las sorprendentes imágenes de conejos con “tentáculos” que preocupan a las autoridades en EE. UU: los expertos piden no tocarlos
A pesar del aspecto alarmante de los animales, las autoridades han aclarado que el virus es exclusivo de los conejos pic.twitter.com/ExlDYTKvUY
Sin embargo, expertos en vida silvestre y autoridades han salido al paso para aclarar la situación. No se trata de una mutación o una criatura de pesadilla, sino de los efectos del virus del papiloma de Shope (CRPV, por sus siglas en inglés). Este virus, específico de los conejos, provoca el crecimiento de tumores de queratina en la piel, que a menudo adoptan formas alargadas y oscuras, asemejándose a cuernos o tentáculos.
Las autoridades han enfatizado que esta enfermedad no representa un peligro para los seres humanos, las mascotas ni otras especies animales. La transmisión del virus ocurre principalmente entre conejos a través de picaduras de insectos como mosquitos y garrapatas. Si bien los crecimientos son visualmente alarmantes, generalmente son benignos. No obstante, si se desarrollan cerca de la boca o los ojos, pueden dificultar que el animal se alimente y vea, lo que podría llevar a su muerte por inanición.
Se recomienda a la población no acercarse ni intentar capturar a estos animales. Como con toda la fauna silvestre, lo mejor es observarlos desde la distancia y dejarlos en paz.
En los tiempos oscuros de la Guatemala cabrerista, cuando el General Manuel Estrada Cabrera extendía su mano de hierro sobre cada rincón del país, no solo la miseria y el miedo se esparcían como una plaga. También, dentro de las paredes de su propia casa, se tejían hilos de tragedia que el pueblo susurraba, transformando la verdad en leyenda. Y la más triste de todas era la del Higueral de la Paranoia.
Se contaba que el Presidente, celoso y posesivo de su poder, no toleraba sombra alguna que eclipsara su figura, ni siquiera la de sus propios hijos. Diego Estrada, uno de sus vástagos, era un joven de espíritu libre, con una mente más inclinada a la poesía y a los ideales de libertad que al arte de la intriga política que su padre dominaba. Esto, para el Señor Presidente, era una afrenta intolerable, una semilla de rebeldía que debía ser extirpada.
Las discusiones entre padre e hijo eran cada vez más frecuentes y virulentas. No eran meros desacuerdos familiares; eran choques de mundos, donde la opresión del tirano ahogaba la esperanza del joven. Una tarde fatídica, se dice que la voz del General resonó por los pasillos de la residencia presidencial, cargada de furia. Las palabras, como espadas, volaron entre ellos: Estrada Cabrera le recriminaba a Diego su «debilidad», su «falta de ambición», su «peligrosa simpatía por las ideas revolucionarias». Humillado y con el alma rota, Diego se retiró a los jardines.
Nadie sabe con certeza qué ocurrió en los momentos siguientes, pero la leyenda cuenta que Diego caminó hasta un viejo higueral que se alzaba majestuoso en un rincón apartado de la propiedad. Un árbol retorcido y silencioso, testigo mudo de innumerables amaneceres y atardeceres. Bajo sus ramas frondosas, el joven encontró un escape a la pesadilla que era vivir bajo la sombra de su padre.
Al día siguiente, la noticia corrió como un escalofrío: Diego Estrada había sido encontrado sin vida. La versión oficial habló de una enfermedad repentina, de un accidente fatal. Pero el pueblo, que conocía los métodos del Presidente y el tormento de su familia, susurró la verdad más oscura: el joven se había quitado la vida, asfixiado no por una cuerda, sino por la opresión asfixiante de un padre que era también su carcelero.
Desde entonces, se dice que en las noches de luna llena, cuando el viento silba entre las hojas del viejo higueral, se puede escuchar el lamento silencioso de Diego. Algunos aseguran que su espíritu inquieto vaga por los jardines, un espectro melancólico que simboliza a todas las almas oprimidas y silenciadas por la tiranía. El higueral, antes un lugar de sombra y frescor, se convirtió en un monumento sombrío a la tragedia de una familia y al costo humano de un poder absoluto.
Ah, París… la Ciudad de la Luz, de la moda, del amor… Pero bajo sus bulliciosas calles yace un secreto oscuro, una red laberíntica de muerte y silencio que estremece el alma: las Catacumbas de París. Su historia no es solo un relato de huesos y piedra, sino un eco inquietante de la vasta danza de la vida y la muerte que se ha librado en esta metrópolis a lo largo de los siglos.
El grito silencioso de una ciudad desbordada
Imaginen la París de finales del siglo XVIII. No la vemos con sus amplios bulevares y sus elegantes jardines, sino como una ciudad sofocante, atestada, donde la muerte clamaba por espacio. Sus cementerios, saturados hasta el límite, se desbordaban. El más notorio, el Cementerio de los Santos Inocentes, se había convertido en un foco de insalubridad. Las tumbas colectivas estaban tan repletas que los huesos afloraban a la superficie, la putrefacción contaminaba el aire y las enfermedades se propagaban sin control. Los muros del cementerio no podían contener la marea silenciosa de los difuntos.
La situación era insostenible. El hedor era abrumador y la gente temía por su salud y por sus almas. Era imperativo encontrar una solución, una que fuera a la vez macabra y monumental.
El descenso a la oscuridad: Una solución de ultratumba
La mirada de las autoridades se posó entonces en un vasto sistema subterráneo: las antiguas canteras de piedra caliza que se extendían bajo la ciudad. Durante siglos, estas galerías habían proporcionado el material para construir los gloriosos edificios de París, pero ahora se les daría un nuevo y escalofriante propósito. En 1785, se tomó la decisión fatídica: los muertos de París serían trasladados a este laberinto subterráneo.
La tarea fue hercúlea y macabra. Durante más de una década, bajo el manto de la noche, miles de trabajadores realizaron un traslado espeluznante. Carrozas cubiertas, escoltadas por sacerdotes que entonaban oraciones, transportaban los huesos desenterrados de los cementerios desbordados. Fosas comunes, osarios y tumbas individuales fueron vaciados, y sus contenidos, fragmentos de vidas pasadas, fueron depositados en las profundidades de la tierra.
El Imperio de la Muerte se organiza
Inicialmente, los huesos fueron arrojados sin orden ni concierto en las galerías subterráneas. Sin embargo, a principios del siglo XIX, un inspector general de las canteras, Louis-Étienne Héricart de Thury, concibió un plan para transformar este caótico osario en una necrópolis organizada, un verdadero «Imperio de la Muerte». Fue él quien ideó la disposición actual: paredes de cráneos, columnas de fémures, diseños macabros formados por tibias y peronés. Esta arquitectura ósea no era solo funcional; era una declaración, una exhibición sombría de la fragilidad humana.
Se estima que los restos de más de seis millones de parisinos descansan hoy en las Catacumbas. Monjes, aristócratas, revolucionarios, artistas, mendigos… todos ellos, sin distinción de rango o fortuna, yacen juntos en este último y democrático refugio. Sus nombres se han perdido en el tiempo para la mayoría, pero sus huesos cuentan una historia silenciosa.
Ecos en la penumbra
Recorrer las Catacumbas hoy es una experiencia inquietante. El aire es frío, la humedad impregna cada rincón y el silencio solo se rompe por el murmullo de los visitantes. Las inscripciones en los muros, a menudo citas filosóficas sobre la muerte, añaden una capa de solemnidad a la atmósfera. «¿Arrête! C’est ici l’empire de la Mort» («¡Detente! Aquí está el imperio de la Muerte»), advierte un cartel ominoso a la entrada.
Muchos han reportado sentir presencias, escuchar susurros o percibir cambios inexplicables de temperatura. ¿Son meras sugestiones de mentes impresionables, o son los ecos persistentes de los millones de almas que encontraron su final en este osario subterráneo? Las Catacumbas de París no son solo un monumento a la muerte; son un recordatorio perpetuo de la fragilidad de la vida y el eterno misterio que se esconde bajo nuestros pies.
Imaginen una pequeña porción de tierra, apenas un puñado de acres emergiendo de las brumosas aguas de la laguna de Venecia. A primera vista, Poveglia parece una isla cualquiera, deshabitada, con sus ruinas desmoronándose bajo el sol. Pero su silencio no es de paz, sino de un horror inmemorial, un eco petrificado de la miseria y el sufrimiento que se han arraigado en su suelo a lo largo de siglos. Poveglia no es solo una isla; es un osario a cielo abierto, un testigo mudo de la crueldad humana y la implacable mano de la peste.
La Sombra de la Peste Negra
El misterio de Poveglia se teje con el hilo oscuro de la Peste Negra. Cuando la «Muerte Negra» asoló Europa en el siglo XIV, Venecia, un próspero puerto comercial, se convirtió en un epicentro de la enfermedad. Con los cementerios desbordados y el hedor de la muerte invadiendo las calles, se tomó una decisión desesperada: Poveglia, una isla alejada del centro de la ciudad, sería el lazareto, la colonia de cuarentena para los enfermos.
Miles de personas, marcadas por los bubones negros y la fiebre, fueron transportadas a Poveglia. Sus lamentos se unían al murmullo de las olas, sus vidas se extinguían sin consuelo, y sus cuerpos, apilados en fosas comunes, formaron capas y capas de tierra y huesos. Se estima que más de 160.000 almas encontraron su final en esta isla, sus restos mezclados con la tierra que pisas. Se dice que el suelo de Poveglia está compuesto en un 50% por cenizas y restos humanos. Cuando la marea está baja, algunos afirman que aún se pueden ver los huesos emergiendo de la tierra, como si los muertos intentaran liberarse de su tumba acuática.
Un Manicomio en el Infierno
Siglos después, cuando el recuerdo de la peste comenzaba a desvanecerse en la memoria colectiva, el destino de Poveglia dio un giro aún más siniestro. En 1922, la isla fue convertida en un hospital psiquiátrico. Pero este no era un lugar de curación y compasión; era un recinto de tortura y experimentos aberrantes.
El director del hospital, cuyo nombre se ha perdido en los anales del horror, era un médico sádico y desquiciado. Obsesionado con la idea de encontrar una cura para la locura a través del sufrimiento, realizaba lobotomías brutales utilizando martillos y cinceles improvisados, a menudo sin anestesia, en los pacientes aterrorizados. Se dice que sus experimentos no solo no curaban, sino que solo incrementaban la agonía de los internados. Los gritos de los pacientes resonaban por los pasillos, sumándose a los antiguos lamentos de las víctimas de la peste.
La leyenda cuenta que el mismo doctor, atormentado por las voces de los fantasmas de la isla o por la culpa de sus actos, se arrojó desde el campanario del hospital. Algunos dicen que no fue un suicidio, sino que fue empujado por las entidades que lo rodeaban, o que sus propios pacientes lo arrojaron al vacío en un acto de justicia poética.
El Silencio de los Atormentados
Desde el cierre del hospital psiquiátrico en 1968, Poveglia ha permanecido abandonada. Sus edificios, una vez imponentes, se desmoronan lentamente, engullidos por la vegetación. El acceso a la isla está estrictamente prohibido por el gobierno italiano, alimentando aún más su aura de misterio y peligro.
Los pescadores locales evitan sus aguas, temerosos de las historias de apariciones, voces incorpóreas y una opresiva sensación de desesperación que impregna el aire. Se dice que el fantasma del cruel doctor todavía acecha el campanario, y que las almas atormentadas de los pacientes y las víctimas de la peste deambulan sin descanso por la isla, atrapadas entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Poveglia es un lugar donde la historia se fusiona con la leyenda, donde el sufrimiento del pasado impregna el presente, y donde el silencio es el grito más escalofriante de todos. Es un recordatorio sombrío de lo que sucede cuando la humanidad olvida su propia compasión y los límites entre la vida y la muerte se vuelven dolorosamente delgados.
Nos situamos en el Lurgan del siglo XVII o principios del XVIII, una época donde la línea entre la vida y el deceso a menudo se difuminaba por la rudimentaria comprensión médica. Se creía que Marjorie McCall había sucumbido a una fiebre implacable, y su cuerpo fue depositado con el debido pesar en el histórico cementerio de Shankill. Sin embargo, un detalle macabro sellaría su destino de forma inesperada: un anillo de boda de incalculable valor adornaba su dedo inerte, una joya destinada a atraer la codicia.
El Despertar Inesperado
La noche de su entierro, la quietud del camposanto fue profanada. Ladrones de tumbas, atraídos por el rumor del preciado anillo, desenterraron el ataúd de Marjorie. Con la oscuridad como cómplice, forcejearon para extraer la sortija, pero esta se resistía. Fue entonces cuando, en un acto de desesperación y barbarie, decidieron cercenar el dedo de la «difunta». En ese instante preciso, un gemido, un movimiento, una chispa de vida… Marjorie McCall despertó de su letargo mortal.
Lo que se había diagnosticado como muerte era, en realidad, un profundo coma o un estado cataléptico, una condición que el conocimiento de la época no podía discernir. La escena se tornó en un cuadro de horror puro: los profanadores, paralizados por el terror ante la resurrección, huyeron despavoridos, dejando a Marjorie emergiendo de su tumba, una figura fantasmal bajo la luz de la luna.
El Regreso al Mundo de los Vivos
Con una determinación sobrenatural, Marjorie McCall caminó de regreso a su hogar. Allí, su esposo, un médico de profesión, y su familia se entregaban al luto. Un golpe en la puerta interrumpió su dolor. La leyenda susurra que el marido, al escuchar el familiar llamado, exclamó con incredulidad: «Si no hubiera enterrado a tu madre, juraría que ese es su golpe». Al abrir, la visión de su esposa «fallecida» le provocó un shock tan profundo que su cabello, según el relato, encaneció de la noche a la mañana.
Marjorie vivió muchos años más después de este inexplicable suceso, incluso se dice que dio a luz a otro hijo. Finalmente, cuando la verdadera muerte la reclamó, fue enterrada una segunda vez en el mismo cementerio de Shankill. Su lápida, una silenciosa testigo de esta asombrosa historia, lleva una inscripción que encapsula su singular destino: «Lived Once, Buried Twice» (Vivió una vez, enterrada dos veces).
La historia de Marjorie McCall no es solo una leyenda; es un escalofriante recordatorio de los misterios que acechaban antes de la medicina moderna, y un testamento al poder de la supervivencia humana frente a lo inexplicable. ¿Qué misterios aún yacen ocultos bajo la tierra, esperando ser desenterrados?
El nuevo tráiler nos da una idea de la atmósfera oscura y los horrores que enfrentarán Vera Farmiga y Patrick Wilson en sus icónicos roles por última vez. La película, que se estrenará en cines el 5 de septiembre de 2025, se centra en el escalofriante caso real de la familia Smurl en Pensilvania en 1986.
Según los comentarios de los involucrados, incluyendo a James Wan, esta entrega promete ser un cierre emotivo y aterrador para la historia de los Warren dentro de la saga principal de «El Conjuro». Se dice que esta película marcará el final de la «Fase Uno» del universo cinematográfico de «El Conjuro», aunque se están discutiendo planes para una «Fase Dos» en el futuro.
Mira el nuevo tráiler y espero el estreno en septiembre
ORDEN CRONOLÓGICO DE LAS PELÍCULAS DE «EL CONJURO»:
La Monja (The Nun) – 1952
Resumen: En Rumania, una monja se suicida en un monasterio aislado. El Vaticano envía al Padre Burke y a la Hermana Irene para investigar. Se enfrentan a una fuerza demoníaca maligna en forma de monja, llamada Valak.
Taquilla Mundial Aproximada: $365.6 millones
Annabelle: Creation – 1955
Resumen: Un fabricante de muñecas y su esposa, cuya hija murió trágicamente años atrás, abren su hogar a una monja y a varias niñas de un orfanato clausurado. Pronto, una de las niñas se convierte en el objetivo de la muñeca poseída, Annabelle.
Taquilla Mundial Aproximada: $306.5 millones
Annabelle – 1967
Resumen: Un joven matrimonio comienza a experimentar sucesos terroríficos después de que el esposo le regala a su esposa embarazada una muñeca vintage llamada Annabelle. La muñeca pronto atrae entidades malignas a su hogar.
Taquilla Mundial Aproximada: $257 millones
El Conjuro (The Conjuring) – 1971
Resumen: Los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren son llamados para ayudar a una familia aterrorizada por una presencia oscura en su granja de Rhode Island. Se enfrentan a una poderosa entidad demoníaca ligada a la casa.
Taquilla Mundial Aproximada: $320.4 millones
Annabelle Comes Home – 1972
Resumen: Decididos a evitar que Annabelle cause más estragos, los Warren la encierran en su sala de artefactos bajo una bendición sagrada. Sin embargo, una noche, la niñera de su hija y sus amigas activan accidentalmente los espíritus malignos atrapados en la habitación, con Annabelle como su líder.
Taquilla Mundial Aproximada: $231 millones
La Llorona (The Curse of La Llorona) – 1973
Resumen: En Los Ángeles, una trabajadora social viuda y sus hijos se ven arrastrados a un reino sobrenatural aterrador después de que ella ignora la advertencia de una madre angustiada. Se enfrentan a La Llorona, un espíritu vengativo que ahoga niños. Esta película tiene una conexión tenue con el universo principal a través del Padre Pérez de la primera película de Annabelle.
Taquilla Mundial Aproximada: $123.1 millones
El Conjuro 2 (The Conjuring 2) – 1977
Resumen: Los Warren viajan a Enfield, Inglaterra, para investigar el caso de una familia atormentada por una poderosa entidad demoníaca. Se enfrentan a un espíritu malévolo y a la aterradora presencia de una monja demoníaca (Valak).
Taquilla Mundial Aproximada: $320.4 millones
El Conjuro: El Diablo Me Obligó a Hacerlo (The Conjuring: The Devil Made Me Do It) – 1981
Resumen: Los Warren investigan un caso escalofriante en el que un joven alega posesión demoníaca como defensa en un juicio por asesinato. Se adentran en una conspiración demoníaca que los lleva más allá de lo que jamás habían visto.
Taquilla Mundial Aproximada: $206.4 millones
The Nun II – 1956
Resumen: Cuatro años después de los eventos de «La Monja», la Hermana Irene se enfrenta de nuevo a Valak, la monja demoníaca, que ha regresado para causar terror.
Taquilla Mundial Aproximada: $268.1 millones
Se espera que «The Conjuring: Last Rites», cuyo estreno está previsto para septiembre de 2025, sea la siguiente entrega en la cronología y la última película de la saga principal centrada en Ed y Lorraine Warren.
Es importante recordar que este es el orden cronológico de los eventos dentro de las películas. El orden de estreno fue diferente.
Resulta que Jack el Destripador, el mismísimo terror de Londres, ¡podría haber sido un loquito fugado de un psiquiátrico llamado James Kelly!
Según un estudio para Discovery Channel, este tipo, después de hacer de las suyas en Inglaterra, se habría ido de tour macabro a Estados Unidos. ¿La prueba? Un asesinato calcado a los de Londres y una carta en un periódico gringo firmada por «Jack».
Lo más creepy es que Kelly, ya viejito, regresó al psiquiátrico y confesó haber viajado a USA para «luchar contra el mal». ¿Será que el Destripador se fue de vacaciones sangrientas?
Pero la historia de Kelly es de novela de terror. Se casó, pero los celos lo consumieron y ¡zas! Acuchilló a su esposa. Iba directo a la horca, pero lo declararon loco y lo encerraron en Broadmoor.
Ahí, el tipo se hizo el buenito, fabricó una llave con un trozo de metal (¡qué ingenioso, pero qué miedo! ) y se fugó. ¡Desapareció por 40 años!
Hasta que, de la nada, regresó al psiquiátrico, diciendo que estaba «cansado y quería morir con sus amigos». ¿Amigos o víctimas?
Kelly murió en 1929, pero dejó unas memorias que, según un investigador, ¡son para no dormir! ¿Será que algún día sabremos la verdad sobre este psicópata viajero?
Sin duda alguna fue el primer asesino en serio, su nombre sigue levantando polémica después de tantos años y es objeto de estudio para expertos criminalistas. no te olvides de seguirnos en nuestras redes sociales.